En la tarde de este miércoles, el Senado de la República aprobó la Ley de Amnistía e indulto que en la mañana ya había sido también aprobada por la Cámara de Representantes. Ahora pasará a revisión de la Corte Constitucional y posteriormente a sanción presidencial. La rapidez de su trámite se debe al mecanismo ‘fast track’ que autorizó el Alto Tribunal. 

En la plenaria del Senado, la aprobación se dio con 69 votos a favor y 0 en contra, de éstos 66 fueron electrónicos y 3 manuales.

La ley permitirá el desarme de más de 4.000 guerrilleros rasos de las FARC, en el marco de los acuerdos del proceso de paz con el Gobierno nacional. Miembros de la Fuerza Pública podrán hacer uso también de ella.

El senador Armando Benedetti recordó que "Quienes hayan cometido crímenes de lesa humanidad no podrán ser amnistiados". 

El presidente Juan Manuel Santos agradeció a los parlamentarios que posibilitaron el trámite de esta ley. "Gracias al Congreso que con votación histórica aprobó Ley de Amnistía, primer paso para la consolidación de la paz", dijo.

El presidente del Senado, Mauricio Lizcano, señaló que la ley facilita el cumplimiento de lo pactado en La Habana. "Firmé Ley de Amnistía, Indulto y Tratamientos Penales Especiales. Damos el primer paso para que Colombia alcance una paz estable y duradera", afirmó Lizcano.

"Con Ley de Amnistía se agiliza el traslado de los guerrilleros a zonas de concentración", precisó.

Esta aprobación llega 15 días después de que el Gobierno Nacional radicara el proyecto de ley que otorga el beneficio de amnistía, indulto y tratamientos penales especiales por delitos políticos y conexos.

Horas antes, la Plenaria de la Cámara de Representantes hizo lo propio con votación mayoritaria de 121 a favor y cero en contra. De esta manera, la iniciativa gubernamental pasó a sanción presidencial para convertirse en ley de la República.

Según lo aprobado por el Congreso, en ningún caso serán objeto de amnistía o indulto los delitos de lesa humanidad, el genocidio, “los graves crímenes de guerra, la toma de rehenes u otra privación de grave de la libertad, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual”, entre otros.

Para el Presidente del Senado, Mauricio Lizcano, el objetivo de la ley es conceder amnistías e indultos por los delitos políticos y conexos, así como adoptar tratamientos penales especiales diferenciados para Agentes del Estado “que hayan sido condenados, procesados o señalados de cometer conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado”.

Lizcano destacó que, de esta manera, “5.700 guerrilleros comenzarán a bajar del monte y entregar sus armas. Ellos gozarán de este beneficio que trae la paz, porque no son investigados por delitos de lesa humanidad”; agregó que dicho listado será entregado por las Farc y verificado por la justicia.

Así mismo, el Presidente de la corporación aseguró que durante el periodo legislativo en el que se van a implementar los acuerdos de paz, “la autonomía del Congreso se mantendrá en la medida en que daremos un debate amplio para perfeccionar los proyectos que vayan llegando a nuestras manos”.

De hecho, Lizcano recordó que el debate sobre la minucia del proyecto de ley había iniciado horas antes en un foro público convocado el pasado martes por la Presidencia del Senado, en el que participaron los principales voceros de los partidos  políticos promotores del Sí y del No, para darle con anterioridad, una discusión profunda que garantizara la trasparencia y análisis del mismo.

Esta no es la primera vez que en Colombia se implementa la figura de amnistía. En los gobiernos de Belisario Betancourt; Virgilio Barco; César Gaviria, y Ernesto Samper se otorgaron beneficios a integrantes del M-19, el Epl, el Eln y las Farc,  De hecho, bajo la Ley 418 de 1997 los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez entregaron este tipo de beneficios con algunas diferencias.